martes, 23 de junio de 2009

Dia y noche, noche y dia.

Cada parte del día tiene su encanto. Si nos levantamos para ver amanecer, comprobamos como el sol se va despertando a la par que nosotros, como mientras nosotros vamos abriendo nuestra mente y sentimos como nuestra mente va despertando poco a poco hasta conseguir la plenitud de la conciencia, el astro rey aparece desde el horizonte.
Nos acostumbramos a darle un color a cada parte del día. Las mañanas siempre tendrán una característica especial para nosotros, igual que las tardes, igual que las noches. Todas estas partes estarán plagadas de sensaciones y recuerdos, mezcladas tal vez con un poco de rutina. Por eso, cuando vivimos partes del día con unas sensaciones que no son las habituales en esas horas, nos choca.
¿No es distinto el amanecer recién levantado o sin haber dormido? Y es que cuando pasamos la noche entera sin dormir, la mañana se siente de una manera diferente. Más que como el comienzo del día pensamos que se nos ha acabado la noche. Por un momento nos sentimos más nocturnos que diurnos. Lo que para todos es el comienzo, para los que no han dormido es el final.

lunes, 1 de junio de 2009

Pensamientos

Son infinitos los pensamientos que podemos llegar a tener durante un día. Pensamos sobre todo, sobre qué hacer, sobre qué hemos hecho, sobre qué hicimos, sobre qué haremos, incluso sobre qué haríamos. Pensamos colores, canciones, poemas. Acumulamos en la mente muy diversos temas que conviven en el tiempo.