No sé si será el Destino, pura casualidad o mero azar. Pero ocurrió, y de pocas cosas me alegro tanto que hayan pasado en mi vida como ésta. No le di importancia en su momento; era una persona más, una como tantas otras que se nos cruzan en nuestro día a día. Sin embargo, poquito a poco se fue haciendo un hueco. Tal vez sea así como se forjan las grandes cosas. Es posible, no lo sé. De una forma u otra, ese pequeño hueco se fue haciendo a cada instante más grande, más sólido, hasta que pasó a convertirse en un trozo más de mi ser. Un órgano vital, una parte esencial de mi vida. Tantas las risas, las lágrimas, las locuras, las horas de estudio, las emociones, los paseos, las confidencias, las fiestas... que no comprendería mi vida sin ellas; que no la entenderé si faltan. Tormenta de Cristal. Esa sos vos -y dejame que me apropie de él aunque te lo dieran otros-. Fino cristal de Bohemia, afilado corte, delicado y suave tacto, embelesador tintineo; salvaje tormenta, revitalizante agua, mágico baile, cautivadora luz, estremecedor trueno. Todo eso sos vos. Y mucho más.Las grandes amistades tardan en construirse. Necesitan sólidos cimientos, cuestan mantenerse, requieren esfuerzo y sacrificio. Pero es el mejor presente que podemos recibir. Y el mío va envuelto en fino, delicado y lujoso papel de regalo.Mi particular Estrella Polar. Estrella que cada día brilla más.
